Diosa de la humildad, tú sencillez y fortaleza contemplan la honestidad de tú belleza, tus ojos y labios llenan vidas de esperanzas que fueron apagadas por la maldad de un insensato corazón. Solo, en una tristeza llena de la humedad del olvido en un corazón descarado que se aferró a la destrucción de mi poder de creer. Me siento poderoso solo cuando me hablas, tus palabras sacuden mi sensatez y solo pienso en mis ojos frente a los tuyos, tú aliento sobre el mío, mis ganas solo quedan para desear escucharte reír, gemir y discernir en lo más profundo de mi alma, mis ojos solo se ilusionan con tu sonrisa y mis oídos con la sensible armonía de tu voz cálida con deseos de amar. Como dijo una vez el divo de Juárez; «Esto que siento es solo porque te lo has merecido, no temas en darte la oportunidad de tomarlo, ninguno de los dos somos devotos al dolor, solo bésame antes que el tiempo llegue, pase y nos traicione». Llegará el día que tú pensamiento le dirá a tú corazón que todo lo sufrido val